Carecer de barreras entre usuarios es su mayor virtud y su
mayor problema. Cualquier persona está a un solo tuit de interactuar con un
futbolista, un cantante o un político. Por eso es la red social perfecta para
enterarte de lo que pasa en el mundo: la comunicación es global, sin muros
virtuales y en tiempo real.
En ocasiones, las baterías de los dispositivos electrónicos
pueden convertirse en un auténtico lastre. Su recarga implica una atención
constante, y, en ocasiones, pueden ocasionar verdaderos peligros para el
usuario. Y, aunque hoy en día, algunos dispositivos electrónicos sin batería
comienzan a desarrollarse de forma de comercial, la gran mayoría de los
consumidores electrónicos se siguen apoyando en las baterías como método para
almacenar energía. Sin embargo, esta situación podría terminar pronto para los
usuarios de teléfonos móviles.
Un equipo de la Universidad de Washington ha creado un
teléfono móvil sin batería que aprovecha la energía de las ondas de
radiofrecuencia enviadas desde una estación cercana. El teléfono no solo aprovecha
el poder que necesita para encenderse gracias a las ondas, sino que también
hace llamadas de voz gracias a una técnica conocida comoretrodispersión, que
modifica y devuelve estas ondas hacia la propia estación que las emite.
Asimismo, el grupo de investigadores ha logrado que este
teléfono pueda usar las ondas de radio para llamar desde a una distancia máxima
de 9.4 metros desde la estación. Sin embargo, también han ideado una versión de
este móvil equipada con fotodiodos, que almacenan luz ambiental y alimentan al
dispositivo de forma pasiva, permitiendo que la distancia se amplíe hasta 15.2
metros.
Para hacer una llamada, el teléfono utiliza un micrófono de
condensador electret, que contiene un diafragma con una carga eletroestática
fija, para generar una señal analógica. Dentro del micrófono, el diafragma
forma un condensador con una placa metálica. Cuando una persona habla, las
vibraciones mecánicas de su voz hacen que el diafragma cambie de forma respecto
a la placa de metal, lo que hace que se genere un pequeño voltaje. A su vez,
este micrófono se conecta a una antena a través de un interruptor de
radiofrecuencia. El voltaje del micrófono viaja hasta la antena, que altera la
amplitud del tono implícito en la onda de radiofrecuencia. Y así, una vez
alterada, la señal se reflecta de vuelta a la estación utilizando técnicas de
retrodispersión.
0 comentarios :
Publicar un comentario