La Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense está
terminando su programa de apoyo a los rebeldes que luchan contra el presidente
sirio Bashar al Asad, informó el Washington Post el miércoles.
Citando a funcionarios estadounidenses no identificados, el
Post reportó que la operación encubierta de cuatro años ha tenido un impacto
limitado, especialmente desde que las fuerzas rusas intervinieron para apoyar a
Asad en 2015.
El presidente Donald Trump tomó la decisión de abandonar el
programa hace casi un mes, según el Post, luego de reunirse con el jefe de la
CIA, Mike Pompeo, y con el consejero de Seguridad Nacional, H.R. McMaster.
Funcionarios de la Casa Blanca y de la CIA se negaron a comentar
la noticia.
La decisión se produjo cuando Estados Unidos y Rusia
negociaron un alto el fuego en el suroeste de Siria, cubriendo parte del área
desde la cual operaban los rebeldes.
El alto el fuego fue anunciado el 7 de julio en la cumbre
del G20 en Hamburgo, Alemania, donde Trump y el presidente ruso Vladimir Putin
celebraron su primera reunión cara a cara.
En 2013, el entonces presidente Barack Obama aprobó el
programa de ayuda a los rebeldes, ya que varios grupos insurgentes buscaron
apoyo externo en una sublevación general contra el régimen de Asad.
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