Caracas y otras ciudades de Venezuela, como Maracaibo,
Barquisimeto, Valencia, San Cristóbal y Maracay, amanecieron este jueves con
aires de Día de Año Nuevo. El llamamiento de la oposición a un paro nacional
“cívico y activo” de 24 horas, que según los convocantes ha tenido un
seguimiento del 85%, se empezaba a cumplir con éxito. Calles desiertas y
barricadas daban fe de ello, cuando falta poco más de una semana para la fecha
de las elecciones de diputados a la Asamblea Nacional Constituyentea las que el
Gobierno no está dispuesto a renunciar. Las fuerzas opositoras, que rechazan
esa convocatoria, dieron inicio al pulso crucial con el régimen.
Los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad dejaron dos
muertos en Los Teques, al suroeste de Caracas, y otro en Valencia, en el Estado
de Carabobo, en dos incidentes confirmados por la Fiscalía. Varias fuentes han
informado de otro fallecimiento, aunque no ha sido confirmado por el Ministerio
Público. Además, al menos 367 personas han sido detenidas, la jornada con más
arrestos desde el pasado 19 de abril. La cifra la ha detallado en Twitter el
director ejecutivo de la organización proderechos humanos Foro Penal, Alfredo
Romero. Han fallecido 100 personas desde el inicio de las protestas de la
oposición en abril, informa la Fiscalía.
Desde las seis de la mañana, la paralización de actividades
fue absoluta en el este de Caracas, tradicional bastión antichavista. En el centro
y oeste de la ciudad, la afluencia de vehículos y transeúntes era notablemente
menor que la de días regulares. Resultaba imposible precisar cuánto del
seguimiento de la huelga tenía que ver con una voluntad genuina de protestar
contra el Gobierno, o con el temor a eventuales incidentes callejeros, como los
que se produjeron en Los Teques, un suburbio de Caracas, y que costaron la vida
a un joven de 24 años e hirieron a tres personas. También se registró otra
muerte por disparo en la ciudad de Valencia.
El paro de transportistas acordado por los gremios que los
representan para forzar a las autoridades a un aumento en las tarifas ayudaba,
además, a disuadir a cualquiera de salir a la calle. “Las calles desoladas
también son protesta que se siente muy cerca del dictador”. Este fue el
comentario que al final de la mañana colgó en su cuenta de Twitter Freddy
Guevara, dirigente del partido Voluntad Popular y uno de los portavoces de la
Mesa de Unidad Democrática (MUD), junto a una fotografía de El Silencio de
Caracas, por lo general atestado de gente, pero que este jueves aparecía
solitario. Se trata de un barrio comercial y de oficinas de la burocracia
estatal situado a unas cuatro manzanas del palacio presidencial de Miraflores,
en pleno centro de la capital venezolana.
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